27.12.12

sacarina please

...después está esa gente edulcorada, esa que no quiere despeinarse cuando se echa un polvo. Son personas de bien, con familias cristianamente constituidas, y duchas en cuestiones protocolares. Conocen el orden de los tenedores y saben como firmar una carta según el destinatario. Son, sin entrar en hipérboles, caballeros de la caballerosidad (o de la damiselidad, seamos inclusivos), capsulas conservadoras de todo lo que es bueno y santo.

Y tan santo y tan bueno es todo en su haber, que siempre quieren martirizarse un poco más; siempre brindarse un poco menos, siempre mostrarse en sacrificio mesianico por los que no entienden, no saben, no son. Y fijate como serán, que si les ofrecés un café lo aceptan, pero "con un poco menos de azucar que la vez pasada".

No creo que nadie lo entienda.

No hay comentarios: