Cosmpolita

"Son las 7:15 de de la mañana en Buenos Aires
La madrugada del miercoles escupe un gris digno de un otoño en Londres y por la Avenida 9 de julio el tráfico recuerda lo peorcito de New York
Montado en su Peugeot 407 coupe, de diseño bien Francés, El ruso Jacubovich corta las venas del babilonico microcentro.
Llega a su oficina de modernisima construcción al estilo Dubai, deja el auto y se dispone a trazar los escasos 90 pasos de realidad que por día debe enfrentar entre el estacionamiento y la puerta del edificio
Mientras sube la rampa acomodandose la corbata de seda italiana, y en medio de tanto primermundismo... Saz! se le infiltra un pibe de la calle, tan Biafra, tan somalí, tan etíope...

El pibe le pide una moneda y él no maneja efectivo, usa tarjeta y cheques, como los suizos, que son grandes administradores y que, por supuesto, no tienen pibes en la calle que arruinen el paisaje del mundo civilizado, del tráfico neoyorquino, la niebla londinense, los autos franceses, los rusos Jacubovichs, los microcentos babilonicos ni los trajes italianos...
El Ruso Jacubovich mira hacia otro lado, mira una rubia tetona con pinta de sueca que va bajando las escaleras del edificio - por suerte en este barrio hay gente linda- piensa, mientras el pibe se va atrás de la rubia tetona para pedirle una moneda..."

Cietras veces la violencia no tiene forma de puño.